Javi Galán no ha aprovechado la oportunidad que le ha dado Diego Pablo Simeone en Celtic Park. La lesión de Samuel Lino ante el Celta de Vigo por un esguince de rodilla le abrió un rayo de esperanza de tener protagonismo en el equipo. Después de quedarse fuera en el último partido contra su exequipo, el técnico argentino le dio la oportunidad de ser titular por primera vez pero el resultado fue nefasto.
No empezó nada fácil tener que jugar su primer partido en la Champions League y lejos de España. Ante una presión intimidante de la afición rival, un descuido de Javi Galán tras habérsele escapado Kyogo con una facilidad abrumadora, terminó castigando a su equipo con un gol en contra que pilló por sorpresa al Atlético.
Un jarro de agua fría para el extremeño que intentó solventar su error con algunas cabalgadas por la banda izquierda que apenas generaban peligro en comparación con el cuchillo letal que demostró ser Nahuel Molina provocando el penalti que terminó siendo el empate.
Impreciso y nervioso en los balones divididos, Galán se sentía superado constantemente y necesitaba la ayuda de Saúl para cubrir los balones por dentro que tramaba el Celtic par abrir la zaga colchonera.
Una actuación que iba a empeorar con otro gol rival por su banda. A pesar de que no fue totalmente su culpa, el golazo de Luis Palma llegó tras una falta de contundencia de los centrales para despejar un centro que tampoco pudo llegar Javi Galán: dos goles en 28 minutos que fulminaron todas sus opciones de aguantar todo el partido.
En el descanso, el lateral recibió el castigo de ser sustituido en el descanso por Marcos Llorente, quién demostró más precisión con el balón para asistir a Morata en el empate. Una actuación decepcionante que le deja muy tocado para ganarse una segunda oportunidad que parece muy lejana.
Se mostró cabizbajo en el banquillo mientras sentía como había desperdiciado los minutos que le había dado Simeone. Javi Galán no goza de la confianza de su técnico y éste no le da motivos para reconducir una situación que se ha complicado más que nunca.