El Brasil-Argentina dejó imágenes lamentables desde antes de arrancar con esa pelea en las gradas de Maracaná entre la policía y los seguidores de la albiceleste que llevó a Leo Messi a retirar a los suyos a vestuarios. Una batalla campal que se pasó al terreno de juego y en la que uno de los principales damnificados fue Rodrigo de Paul.
En plena polémica por el gran número de lesionados en este parón de selecciones, el centrocampista del Atlético de Madrid tuvo que sufrir todo tipo de faltas. Ya desde nada más arrancar, cuando se llevó un tremendo manotazo de Gabriel Jesús en la cara que le hizo sangrar y que bien pudo provocar la roja del delantero del Arsenal.
El Brasil-Argentina no tuvo tantas tarjetas finalmente a pesar de lo caliente del partido pero tres de las cuatro cartulinas las forzó Rodrigo de Paul. Las tres, además, por golpes recibidos de rivales, incluyendo ese manotazo de Gabriel Jesús, otro más leve de Raphinha y el que le costó a Joelinton la expulsión ya en el tramo final.
De Paul pudo esquivar finalmente una lesión, lo cual no es poco, en un partido que ya arrancó caliente con el colchonero al lado de Leo Messi, como suele ser habitual. Después de llevarse a los jugadores a vestuarios, el capitán argentino discutió con Rodrygo, con el rojiblanco intentando calmar al madridista después del rifirrafe.
La polémica ya venía persiguiendo a Rodrigo de Paul desde el partido ante Uruguay con el gesto obsceno de Ugarte. Algo a lo que el propio atlético quitó hierro tras el encuentro en una dura derrota de la que se pudieron resarcir los argentinos con el 0-1 en Maracaná.
Una histórica victoria celebrada por el centrocampista con rabia por todo lo sucedido antes del inicio: "Estoy muy contento, hicimos historia otra vez. Queríamos ser los primeros en ganarle acá a Brasil y, con lo que pasó antes de empezar el partido, la verdad es que teníamos más bronca. Nosotros hablamos jugando. Una vez más, este equipo demostró que tiene unos huevos bárbaros".