Marcos Llorente dejó helado el Santiago Bernabéu. Y eso que habían puesto la cubierta para no pasar frío. El todocampista del Atlético de Madrid, que arrancó como carrilero, pasó luego a lateral, jugó el segundo tiempo en el centro del campo y apareció al final casi como segundo delantero, anotó el gol del empate ante el Real Madrid en el minuto 93'.
Apenas restaba un minuto para que finalizara el encuentro cuando Savic, a quien habían anulado un polémico gol al inicio del segundo tiempo, colgó un balón en el área. Memphis Depay, libre de marca, cabeceó hacia arriba. Y Llorente, con la potencia que le caracteriza, remató de cabeza con potencia contra la red de Lunin, que no llegó a la pelota.