Sin aparecer en las quinielas del once inicial y titular finalmente como carrilero derecho, recuperado como medio centro en el tramo final casi cinco años después y con un gol agónico para el Atlético en el minuto 93 del derbi frente al Real Madrid, en el segundo tanto de cabeza de toda su carrera, Marcos Llorente logró un empate de repente tras el que dejó una dedicatoria muy especial en su celebración.
En el minuto 92 y 50 segundos, en un centro al área que primero tocó y elevó de cabeza Memphis Depay y al que entró Llorente con la convicción que le faltó a todo su equipo durante casi todos los tramos de visita al Santiago Bernabéu. Superó a Nacho Fernández, nada contundente, mal elegido su intento de despeje, y rescató un punto que mantiene medio vivo, no del todo quizá, aún en la competencia por la cima. Sigue a 10 puntos.
Suplente en dos de los tres partidos precedentes al derbi, Llorente reencontró el gol ocho encuentros después. Su última diana, también decisiva, fue en el triunfo por 1-0 frente al Sevilla del pasado 23 de diciembre en el estadio Cívitas Metropolitano. Es su 26º gol en 183 partidos oficiales con el Atlético. 13 de ellos los concentró en 2020-21.
En su embestida final, Simeone buscó darle "vitalidad" al medio con la reubicación de Llorente como "mediocentro" mucho tiempo después. Tras su inicio en el equipo madrileño, como suplente habitual, apenas ha jugado en esa demarcación puntualmente, en tramos esporádicos. Ha sido carrilero, lateral, interior derecho y hasta delantero.
"El mérito es que buscamos el gol para poder acercarnos en el marcador. Una pena que no pudimos hacerlo antes, porque el partido no estaba mal para haberlo ganado", expresó Diego Simeone, el entrenador del Atlético, en rueda de prensa en el Santiago Bernabéu.