Marcos Llorente se ha descubierto como delantero: la razón de su gran nivel

El Atlético de Madrid volvió a sacar un gran partido ante la UD Las Palmas. Un duelo en el que Diego Simeone decidió volver a colocar a Marcos Llorente en una posición algo extraña para el: el delantero centro. Un lugar en el que hasta que llegó al conjunto colchonero no había sido probado en el fútbol profesional. Sin embargo, para la familia Llorente Moreno, no es un lugar muy extraño.

Marcos Llorente ha conseguido demostrar su valía en el Atlético

Si bien su padre, Paco Llorente, que como él jugó en el Atlético de Madrid y el Real Madrid, fue un jugador posicionado en el mediocampo; su abuelo Ramón Moreno Grosso fue un genial delantero. El madrileño fue el elegido para suplir a Alfredo Di Stéfano en el equipo merengue y el dorsal nueve. Sin embargo, tuvo, como su nieto, una etapa en el equipo colchonero.

Doce partidos en los que anotó tres goles. Llegó en calidad de cedido en aquella 1963-64, a consecuencia de la buena relación que mantenían entonces el Real Madrid y el cuadro colchonero. La situación del hoy equipo del Cívitas Metropolitano no estaba por su mejor momento, metido en la construcción del estadio. En la competición liguera era último en la novena jornada. Sin embargo, la llegada del canterano merengue ayudó a cambiar la situación en la tabla clasificatoria. De hecho, el triunfo ante el Murcia en el partido de debut del delantero madrileño hizo salir del descenso al Atlético. El equipo rojiblanco terminaría séptimo de 16 equipos aquel año.

Dos goles más conseguiría para ayudar a que el conjunto que presidiría desde enero de aquel 1964, el histórico Vicente Calderón. Una persona singular e importante en la vida de la entidad que tendría su nombre posteriormente en aquel estadio del Manzanares.

Posteriormente, Ramón Grosso volvería al Real Madrid para jugar 366 partidos y marcar 75 goles en 12 años que estuvo en la entidad.