Giuliano Simeone, cara a cara contra el Cholo, su padre: "Increíble y especial"

El jugador del Deportivo Alavés Giuliano Simeone confesó que "sería algo increíble y especial poder jugar contra el Atlético de Madrid", pues es el equipo que tiene sus derechos y está entrenado por su padre, Diego Pablo Simeone. Los dos clubes se medirán este domingo en la jornada 32 de LALIGA EA Sports con los vitorianos buscando la salvación y los colchoneros cerrar la clasificación a Champions tras la eliminación en Dortmund.

El delantero, cedido por el equipo colchonero en el plantel vitoriano, explicó en un vídeo publicado por el club que está “recuperado al 100 %” después de la lesión en el peroné que le marcó gran parte de la temporada. “En lo personal estoy muy contento y seguiré entrenando y trabajando”, aseguró el futbolista, que tiene claro que deben sacar los tres puntos ante los rojiblancos.

“Pese a los resultados, las sensaciones son muy buenas y positivas. Estamos entrenando muy bien y este partido es muy importante, por eso tenemos que sacarlo adelante”, manifestó el delantero, que desveló que el técnico Luis García les pide que sean “los de siempre”.

“Estamos a siete puntos del descenso porque lo trabajamos y tenemos que seguir para volver a ser el Deportivo Alavés que trabajaba los partidos y estaba intenso”, demandó el joven goleador que tendrá a su padre en el banquillo rival.

Giuliano Simeone apuesta por hacer "un partido casi perfecto"

Apostó por un encuentro “muy disputado porque el Atlético no negocia el esfuerzo”. “Tenemos que hacer un partido casi perfecto para sumar los tres puntos”, dijo el babazorro, que comparó a los dos conjuntos porque ninguno de ellos da un balón por perdido.

Respecto a las claves para llevarse el encuentro, apuntó que deben jugar “con mucha intensidad y cabeza”.

Además se agarró a Mendizorroza. “De los últimos siete partidos, cuatro son en casa. El papel de Mendizorroza será muy importante y jugar aquí es jugar con uno más”, aseguró Giuliano Simeone, dispuesto a devolver el apoyo recibido durante todo el año por el público vitoriano que abarrotará el coliseo del Glorioso.