El Atlético de Madrid se enfrenta este sábado al Mallorca con el gran objetivo de conseguir una victoria con la que ponga la recta al indispensable destino de la Champions League la próxima temporada. Diego Pablo Simeone viaja a Son Moix con cambios a la vista en su alineación.
El técnico argentino no puede contar con Antoine Griezmann, baja por sanción por ciclo de cinco tarjetas amarillas. El francés no pasa por su mejor momento, pero aún así es una pieza indispensable para el argentino. Es el máximo goleador del Atlético de la historia (176 goles) y en esta temporada (21), por más que sólo haya anotado tres tantos en sus últimos 16 partidos.
Tampoco están disponibles Memphis Depay ni Thomas Lemar, lesionado. El que sí está recuperado es Gabriel Paulista.
De esta forma, Simeone tiene claro que su apuesta en ataque es Ángel Correa, con tres goles en los últimos cuatro choques. La duda es si con Álvaro Morata o sin él, aunque todo apunta a que espera en el banquillo.
En portería estará Jan Oblak, mientras que el eje de la defensa será para Witsel, Giménez y Mario Hermoso y los carriles para Azpilicueta y Rodrigo Riquelme. En el centro del campo, Pablo Barrios, Koke, Marcos Llorente y Samu Lino.
Oblak; Azpilicueta, Witsel, Giménez, Hermoso, Riquelme; Llorente, Barrios, Koke, Lino; y Correa.
Después del cuadro agudo de neuralgia del trigémino que lo apartó de la visita a Vitoria contra el Alavés y lo dejó sin minutos en el choque del pasado sábado contra el Athletic, cuando entró ya en la convocatoria, Morata apuntaba a la alineación inicial en Mallorca hasta este jueves, cuando la últimas prueba lo relegaron en principio al banquillo, con Ángel Correa como único delantero, entre las bajas de Memphis Depay, por lesión, y Antoine Griezmann, por sanción.