Con 24 años, Julián Álvarez, fichado por el Atlético de Madrid por seis temporadas, cuenta con un palmarés que firmaría cualquier estrella a punto de concluir su carrera. Con solo seis temporadas como profesional, la 'Araña' ya sabe lo que es levantar la Copa del Mundo, la Copa América, la Libertadores, conquistar la Champions League y triunfar en el Mundial de Clubes y se ha convertido en el segundo jugador más caro en la historia del club tras Joao Félix gracias a Pep Guardiola, Erling Haaland... y el Real Madrid.
A una edad en la que la mayoría comienza a asentarse en sus clubes, el delantero argentino ya lo ha ganado todo y, sin embargo, no se conforma. Su decisión de fichar por el Atlético de Madrid responde a esa intención de convertirse en un jugador imprescindible también en su club, porque la pasada campaña terminó por convencerse de que, con Pep Guardiola en el banquillo y Erling Haaland en la plantilla, difícilmente podrá llegar a tener el protagonismo que cree merecer.
En dos temporadas con el City, Julián ha jugado 103 partidos, marcado 36 goles, dado 18 asistencias y logrado 6 títulos. Unos números más que notables. Y, pese a todo, no se ha sentido importante.
Quizá fue tras la eliminatoria de Champions ante el Real Madrid, cuando comenzó a plantearse si no debía buscar nuevos retos.
Aquel mes de mayo, Haaland había naufragado en el Santiago Bernabéu, donde no supo cómo zafarse del alemán Antonio Rudiger, y llevaba camino de lo mismo en el Ciudad de Manchester. Pasaban los minutos y Guardiola, que había encontrado una solución inesperada con la entrada al campo de Jeremy Doku, se resistía a enviar al banquillo al noruego.
No recurrió a Julián hasta el comienzo de la prórroga, pero el argentino tampoco fue la solución que evitase los penaltis, tanda que, curiosamente, abrió con acierto para su equipo.
Meses después, la Copa América terminó por decidirle. En Estados Unidos, la confianza que Lionel Scaloni depositó en él reforzó su idea de que el problema no era su juego, sino la alargada sombra de Haaland.
Pese a que Lautaro Martínez llegaba al torneo como estrella del Inter, máximo goleador y mejor jugador de la Serie A, Scaloni se decantó por Julián Álvarez en la inauguración y terminó el torneo con el atacante del City como titular, pese a que para entonces el 'Toro' ya le había dado goles decisivos saliendo desde el banquillo.
Por el camino, además, había surgido la posibilidad de ir al Atlético, había conversado con Rodrigo de Paul sobre cómo era el club y la ciudad, y había recibido suficientes mensajes del entorno del 'Cholo' Simeone para convencerse de que el proyecto rojiblanco no era un paso atrás.
El Cholo, que cinco años antes, durante la Copa América de Brasil, sufrió la decepción de no poder contar con Lautaro Martínez, cuando ya creía haber cerrado su fichaje, explotó al máximo esta nueva vía, reforzada durante los Juegos Olímpicos por medio de su hijo Giuliano. Hasta Antoine Griezmann hizo guiños al '9' albiceleste, para terminar de convencerle.
Faltaba el sí del City y Guardiola no se opuso a una transferencia que supone un récord para el club (entorno a 75 millones de euros más 20 en variables).
Con el fichaje de Julián Álvarez, el Atlético da un salto de calidad. Se hace con los servicios de un jugador capaz de actuar por todo el frente del ataque, que deslumbró a Marcelo Gallardo, quien con 18 años le dio la oportunidad de jugar 23 minutos en la histórica final de la Libertadores contra Boca disputada en el Santiago Bernabéu, y fue el inesperado recurso ofensivo de Scaloni en su triunfal camino hacia el título mundial.
Goleador desde niño, cuando promediaba 40 goles por temporada con el Atlético Calchín, el club del pequeño pueblo cordobés en el que nació (3.200 habitantes), fue su hermano mayor Rafael el que le apodó la 'Arañita', porque decía que tenía más de dos pies para hacerse con todos los balones.
Con 11 años, Julián incluso llegó a probar en el Real Madrid, pero para poder entrar en los infantiles blancos debía desplazar a su familia a la capital de España, lo intentó de forma fugaz en Boca y Argentinos jnrs y recaló finalmente en la base de Ríver, el club del que era seguidor.
Creció con Gallardo, se confirmó con Scaloni y sufrió los rigores del banquillo con Guardiola. Ahora, en Madrid, rodeado de un ambiente conocido -De Paul, Nahuel Molina, Ángel Correa y Giuliano Simeone- comienza una nueva etapa con el reto de devolver al Atlético a la cima, ilusionando a una afición que ha encontrado con su fichaje un nuevo motivo para creer.
Si hay comentario pero,como se os cuentan las verdades del barquero, no tenéis ni profesionalidad ni valor para publicarlo.
Estos artículos anónimos bajo El Desmarque, seguramente, porque nadie se atreve a firmar, estás patochadas sobre el Madrid que ni a Julián ni a los atléticos, ni al resto de la humanidad le interesan absolutamente nada, sólo pueden esconderse en el anonimato. Solo ha faltado decir que es del Madrisss desde pequeñito y que Carvajal Balón de oro!, para que el articulito sea más absurdo, torpe y ridículo.