Una de las jugadas polémicas del Atlético – Girona llegó a 10 minutos del final de la primera parte con Gazzaniga como protagonista. El portero del conjunto catalán sale a por un balón, mide mal y el bote le pasa por encima. El guardameta, fuera del área, toca el balón con la mano de manera voluntaria.
Al tocar el balón con la mano evitó una posible ocasión de Julián Álvarez, que corría rápidamente hacia la espalda del portero para coger el balón. Los jugadores colchoneros, Simeone desde la banda y todos los aficionados atléticos desde la grada reclamaron la tarjeta roja del portero.
Sin embargo, Martínez Munuera decidió amonestarle con una amarilla. Los atléticos no comprendían el porqué de esta decisión. Desde los micrófonos de DAZN, Pablo Pinto hizo una consulta para conocer qué fue lo que hizo que el colegiado señalara la amarilla.
Lo que explicó el periodista en directo fue que no es roja porque considera que Julián Álvarez no va solo a por el balón, sino que “va con Blind a la par. No tiene la posesión del balón, es decir, va buscando la pero no tiene el balón en él y que por tanto el concepto de ocasión manifiesta ya no existe”, explicó Pablo Pinto.
Esta fue la decisión que tomó el árbitro, pero esto es fútbol. Muchos aficionados desde las redes sociales sí que entendían que la jugada sí que era una ocasión manifiesta, por lo que debería ser roja directa.
El enfado de los atléticos duró poco. Esa misma falta que provocó el portero acabó en el primer gol del partido. Lo anotó Griezmann pegándole duro al balón y colándosela al propio Gazzaniga por su palo.