Este jueves se ha producido la vuelta de Arthur Vermeeren al Cívitas Metropolitano. El centrocampista belga volvió después de que este verano se marchase cedido al Leipzig y protagonizó varios momentos que no pasaron desapercibidos en el Atlético del Cholo Simeone.
Y es que el propio futbolista se puso entre ceja y ceja brillar delante de la que todavía es su afición, pero su rendimiento en la primera parte dejó mucho que desear para consagrarse como el gran talento por el que el club rojiblanco pagó 18 millones de euros al Amberes el pasado mes de enero.
Después de haber jugado apenas 25 minutos en las dos primeras jornadas de la Bundesliga, Marco Rose decidió apostar con su primera titularidad pero este no respondió a lo esperado. En los primeros tramos del partido cometió errores graves con el balón que pudieron haber acabado en tragedia, como aquel balón en la frontal del área que cerca estuvo Correa de aprovechar (en la siguiente jugada Griezmann marcó el empate).
De hecho, en la segunda vez que la perdió en un sitio franco tuvo que ver cómo sus compañeros del Leipzig le apoyaban para que no se viniese abajo mientras que los del Cholo seguían apretando en el mediocampo, superado en todo momento el belga con sus excompañeros.
Incluso tuvo momentos de pique con jugadores como Koke o Rodrigo de Paul, sobre todo con el argentino en la última jugada antes del descanso. Su poca fluidez con el balón y falta de ideas le terminó por sentenciar hasta que en el minuto 60 salió sustituido por Seiwald. A pesar del pobre nivel, el Metropolitano le despidió con aplausos, gesto que el respondió agradeciendo a la afición.