Duelo a la vista entre el Paris Saint-Germain y el Atlético de Madrid. Los franceses reciben a un equipo rojiblanco que llega tocado en la Champions después de caer goleados contra el Benfica (4-0) y con el Lille (1-3). Un duelo en el que se verán las caras dos viejos conocidos como Luis Enrique y el Cholo Simeone.
Hubo un tiempo en que ambos entrenadores convivían juntos en LaLiga EA Sports. Un tiempo en el que el español y el argentino se batían en duelo por el título. Incluso esta misma semana se desveló que el asturiano estuvo a punto de quitarle el sitio a Diego Pablo antes de que él llegara.
"Fue cierto, pero ya había dado mi palabra a otro club. Era cuestión de no romper mi palabra”, comenzaba diciendo. “Tuvieron suerte de encontrar a Simeone porque seguramente no habría estado ni la mitad de los años y no tendría esa energía. El Atlético encontró en Simeone el mejor entrenador que pudo tener y así lo ha demostrado su trayectoria. Así que tuvo suerte la afición del Atlético”, explicaba.
Ambos entrenadores se han visto las caras en catorce ocasiones. Mientras sus equipos (PSG y Atlético) no se han enfrentado nunca en 391 partidos precedentes de competición europea, Luis Enrique y Simeone son dos viejos conocidos, siendo el español el que más consigue llevarse los tres puntos.
En estas catorce ocasiones, Luis Enrique ha ganado nueve de ellas. Tres veces se ha llevado el gato al agua Simeone, con dos empates. Todo comenzó en el enfrentamiento entre el Atlético y el Celta, dónde entrenaba el técnico español. Dos ocasiones en las que la victoria se las llevó el argentino, con triunfos por 2-1, el 6 de octubre de 2013, y por 0-2, el 8 de marzo de 2014.
Luis Enrique llegó al Barcelona y todo cambió. De 2015 a 2017, los culés y el Atlético se vieron la cara en doce ocasiones. Quitando los dos empates cosechados, la ventaja es para el español, logrando la victoria en nueve ocasiones, frente a la única del argentino.
Una victoria que llegó en Champions, en la eliminatoria de cuartos de final de la temporada 2015-16. Ese día, Simeone no sólo se llevó el triunfo, sino que además consiguió eliminar al Barcelona de Luis Enrique. Tras esto, nunca más le volvió a ganar.