Giuliano Simeone se ha hecho un hueco en el once titular de su padre, donde ha demostrado garra, coraje y números muy buenos. "Le veo todo el tiempo como un jugador de fútbol, desde el primer momento que decidí que se quede con nosotros. Fue la misma decisión que tomé con cualquier otro jugador que se quedó en la plantilla, por una situación de que nos pueden ayudar", reconocía el técnico argentino sobre su hijo.
"No pienso en nadie ni en nada, no me relaciona que sea mi hijo con una situación diferente a lo que piense de él como futbolista. Hizo lo que tenía que hacer. Por eso está en el Atlético de Madrid. Estos jugadores tienen una exigencia, una responsabilidad y no tienen nombre. Son futbolistas y yo los valoro de esa manera. No me pongo a hacer tantas películas. Veo a los futbolistas como futbolistas. Los que corren, juegan, y los que corren menos, juegan menos", concluyó Simeone.
El hijo del Cholo tiene una enorme polivalencia y es una de las cosas que más destacan del perfil del jugador. Simeone empezó situando a Giuliano como lateral zurdo y ahora es titular por la banda derecha. Y en la posición en la que ha hecho carrera es en la de delantero. Un total de más de cuatro zonas de juego diferentes. Esto se debe sobre todo a las cualidades físicas del jugador argentino, que son muy buenas, y a su actitud con un gran sentimiento rojiblanco que le hace destacar en el terreno de juego.
El hijo de Simeone se ha unido a la convocatoria de la Selección Argentina para el partido de Perú para sustituir a su compañero de equipo, Nahuel Molina, por unas molestias en la cara posterior del muslo derecho. El hijo de Simeone ya estuvo convocado con la selección en el anterior parón, pero no disputó ningún minuto. Parece que el seleccionador argentino, Scaloni, ve al jugador rojiblanco como una opción para el carril derecho. Allí jugará junto a otros dos rojiblancos: Julián Álvarez y Rodrigo De Paul.