El Bayern de Múnich sigue teniendo más capítulos del puñetazo de Sadio Mané a su compañero de equipo Leroy Sané. Con la tensión por las nubes en el partido de Champions entre el conjunto bávaro y el Manchester City, al senegalés no le sentó nada bien las palabras que le dijo el alemán en pleno partido y eso propició un golpeo en la cara que desató un incendio.
A pesar de las disculpas de Mané por su lamentable acto, el Bayern decidió castigarle apartándole del equipo una semana e imponerle una sanción económica. Dos meses más tarde, el extremo se ha pronunciado por primera vez públicamente y explicar desde su punto de visto lo que ocurrió en el vestuario: "Este tipo de cosas pueden pasar. Ocurrió y pudimos solucionarlo. Es bueno resolver problemas, pero no de esta manera. Ya es pasado. Intentaremos luchar juntos para ayudar al club a conseguir sus objetivos la próxima temporada. Ahora estoy de vacaciones con la familia. Ha sido una temporada muy complicada, da la casualidad. No fue una sorpresa, esperaba que las cosas fueran un poco complicadas. Es normal. Me encantan los retos y el Bayern es un gran reto. Depende de mí hacer todo lo posible para enfrentarlo", confesaba en la televisión de su país 2sTV.
Sadio llegó el pasado verano procedente del Liverpool como un fichaje estrella ante la salida de Robert Lewandowski al Barcelona. El Bayern pagó 32 millones de euros por él y su rendimiento no ha sido el esperado (12 goles y seis asistencias en 38 partidos). Mané también hablo de su futuro en Alemania y descartó una salida en este mercado: "Si Dios quiere, si todo va bien, voy a volver al Bayern".
Según Mundo Deportivo tiene ofertas de Arabia Saudí y veremos si este verano pondrá fin a su etapa en Europa después de una temporada marcada por su puñetazo a Sané.