Diego tendrá una semana más para analizar el contrato que le plantean desde el club, rebajado en duración de 5 a 3 años, pero con una alta cláusula de rescisión y un bajo salario, que son realmente las trabas para rubricar su nueva vinculación.
Aunque en su día se tomó la decisión de apartarlo de los entrenamientos con el primer equipo y de jugar con el Cádiz B, parece que en los próximos días deberá dar una respuesta definitiva sobre su futuro.