Derbi de la bahía, derbi de hermanamiento. Las aficiones de San Fernando y Cádiz volvieron a dar en el estadio un ejemplo de deportividad y respeto mutuo. La grada se dividió en colores azul y amarillo, disfrutando de un partido vibrante donde hubo de todo.
En torno a 1.500 seguidores cadistas se desplazaron hasta el estadio Iberioamericano, en un partido que tuvo una afluencia cercana a los 6.000 espectadores. Durante toda la tarde el centro comercial aledaño al campo tuvo un excepcional ambiente, donde ambas hinchadas departieron con normalidad los instantes previos y posteriores al partido.