Para jugar seis finales, la primera es decisiva

¿Algún cadista se acuerda hoy del sufrimiento en Cartagena o Cáceres? Dos citas muy importantes en la historia reciente del Cádiz, pero que se van a quedar pequeñas para lo que se puede vivir este domingo en Carranza. Un ambiente espectacular para llevar en volandas a un equipo que quiere estar en Segunda la próxima temporada. Son seis finales seis, pero la primera es la más importante en este largo y complicado camino. Es la hora del Cádiz, el día que todo el cadismo estaba esperando.

Y llega en un momento casi mágico, con un equipo al alza y tocando en oro todo lo que reluce. Gran parte de culpa la tiene su entrenador, capaz de mover a la masa amarilla y hacerles ver todo lo que se juega el Cádiz, no sólo lo deportivo. Antonio Calderón, que ha puesto el espejo del Atlético de Madrid para creer en la victoria, tiene claro que un porcentaje muy alto de pasar a la segunda ronda está con su gente, en un Carranza casi a reventar. Lo ideal, marcar muchos goles y no encajar para no pasar apuros en el maltrecho césped artificial del Feixa Llarga dentro de siete días.
Pero Calderón también sabe que el CE L'Hospitalet no es esos equipos que ha visitado el feudo gaditano esta temporada y que se venía abajo al primer golpe. Si está en el play-off, será por algo, por buenas razones. Otra cosa bien diferente será tener a 15.000 gargantas en contra, que se dejan la voz, el alma y lo que haga falta para apoyar a su Cádiz.
Con sólo Tomás en la enfermería, el técnico gaditano tiene el bendito problema de poder elegir entre su amplia artillería. El buen papel de Dioni en las últimas semanas le puede dar otra oportunidad en el once junto al comandante Airam, la gran amenaza para el conjunto catalán. Juan Villar y Andrés, ya recuperados, volverán al equipo, y las dudas están en el eje de la zaga (si repiten Tena y Fran Pérez o Josete ocupará uno de los dos puestos) y en la portería. Aragoneses ya está a tope, pero Ricky lo ha hecho bien cuando se le ha necesitado. A las 18.00 horas se despejarán muchas de estas dudas.
En L'Hospitalet, Kiko Ramírez ha alertado a sus jugadores de lo que es jugar en Carranza. Alguno ya vivió esta experiencia hace cuatro años en la Copa del Rey, pero aunque era el mismo escenario, no había la misma motivación ni el mismo premio. El excadista Akinsola, al que muchos esperaban, se queda fuera de la convocatoria, en la que sí está Ariday, un ex del Betis goleador y un incordio para las defensas rivales.
El balón echará a rodar a las 19.00 horas, pero el ambiente estará asegurado mucho antes. El cadismo no quiere dejar pasar el tren que le lleve dentro de seis semanas a la categoría de plata. Eso sí, el billete, de momento, sólo da para llegar con vida a la primera parada. Pero el Cádiz es mucho Cádiz... y Carranza, un talismán.