Hay cosas que no cambiarán por mucho que lo hagan los resultados. La afición amarilla, una vez más, volvió a demostrar que está muy por encima del equipo. Corrían los últimos minutos de partido, La Balona se había puesto por delante a través de un penalti en el 87, pero desde una esquina del Municipal de La Línea surgía un hilo de esperanza.
Eran ellos, los 500 valientes que se habían hecho más de 100 kilómetros para ver otro partido desastroso de su Cádiz. A pesar del mal encuentro de los suyos y de quedar cuatro minutos para el final, ellos seguían a lo suyo. Animando hasta que el árbitro dijera basta.
Es el gran tesoro del Cádiz CF, y una vez más en otro desplazamientos con 'los hermanos' de La Balona, el cadismo volvió a estar a la altura a pesar de que su equipo no tuvo la mejor tarde. Ahora el camino a Cádiz se hará más largo, como la distancia que separan a los amarillos del primer clasificado. A ocho puntos ya.