Aún con las heridas de guerra que le dejó el último partido en el La Línea, aparecía Jon Garrido por la sala de prensa de El Rosal para hablar sobre todo lo acontecido en el equipo en una semana muy movida.
La destitución de Antonio Calderón en la mañana del lunes cogió por sorpresa a todos. Así lo reconocía el centrocampista. "Nos pilló por sorpresa. El resultado nos dejó tocados a todos".
Sobre Claudio Barragán decía lo siguiente: "Sólo ha hablado a nivel global y nos ha dicho lo que quiere, y el domingo veremos quién juega. Sabemos lo que quiere ver el domingo. Cada entrenador tiene su librillo, y todos piden ser disciplinados, intensos y ordenados".
También hablaba de lo que supone la llegada del nuevo técnico para la plantilla. "Con intensidad hemos entrenado siempre, pero ahora todos quieren jugar y demostrarle al nuevo entrenador sus cualidades".
El medio se detenía en la intensidad con la que deben afrontar los encuentros. "En un partido es diferente a un entrenamiento. Puede haber fases de partidos donde no hemos tenido intensidad o concentración, pero es algo que también se trabaja día a día". Y de cómo el equipo debe ir a por los partidos. "Hay que saber sufrir en los partidos, ser inteligentes y leerlos. Hay que ir a por los rivales, porque cuando no se mete un segundo gol, se le da la vida a los otros equipos".
Sobre el próximo partido. "El de Lucena me recuerda al primer partido de liga. Vamos confiados para sacar los tres puntos, y no nos lo van a poner nada fácil".