El segundo entrenamiento con Claudio Barragán a las órdenes del equipo acabó antes de lo previsto tras la caída de un terrible aguacero sobre las instalaciones de El Rosal.
Los jugadores tuvieron que abandonar el entrenamiento a la carrera en medio de una fuerte tromba de agua que incluso llegó a destrozar -literalmente- una de las porterías de la ciudad deportiva gaditana.
Aunque en un principio se suspendió de forma provisional, al final Claudio y su cuerpo técnico han optado por continuar con el trabajo físico en el gimnasio.