Desde luego, al Cádiz Club de Fútbol y todo lo que le rodea no se le podrá reprochar que no han hecho todo lo posible para que el equipo amarillo sea el próximo domingo nuevo equipo de la Segunda División.
Son decenas las iniciativas que se están llevando a cabo, y se van a llevar en los próximos días, para motivar a los jugadores que dirige Claudio Barragán, que el domingo a las 18.00 horas saltarán al césped del Ramón de Carranza para dirimir la batalla definitiva con el Real Oviedo.
Pero antes, el equipo volverá a recibir el aliento de su afición cuando queden más de 24 horas para el comienzo del partido. Tal y como sucedió antes de viajar a Asturias, el Cádiz ha decidido abrir las puertas de El Rosal para que todos los cadistas arropen a sus jugadores en la víspera del encuentro decisivo.
El equipo comenzará a entrenar a las 10.30 horas, en la que será la última sesión antes del encuentro, y una hora más tarde los aficionados podrán acceder a las instalaciones de entrenamiento de la entidad amarilla para acompañar a los suyos en las horas previas a un día que, si todo marcha bien, será histórico.