En los últimos años no está siendo habitual que el Cádiz Club de Fútbol busque entrenador en verano. De hecho, desde que bajó a Segunda B la última vez, en 2010, sólo ha habido dos técnicos que se estrenaron con el equipo de manera oficial en el primer partido de liga.
Fueron Risto Vidakovic en 2010 y Alberto Monteagudo en 2012. Al balcánico le sustituyó José González, que fue capaz de meter al equipo en el play off aunque, finalmente, no logró el ascenso ni en esa ocasión ni en la siguiente temporada, en la que el Cádiz fue campeón. Mirandés y Real Madrid Castilla y Lugo por partida doble fueron los verdugos.
En la temporada 2012/13, el Cádiz confió en Monteagudo desde el verano, aunque los resultados no llegaron y fue sustituido por Ramón Blanco. Tampoco el mítico técnico ya fallecido logró enderezar la nave y fue Raúl Agné el que logró una penosa permanencia.
Eso le sirvió al aragonés para comandar al equipo desde el inicio en la campaña siguiente, aunque al final acabó destituido y llegó Antonio Calderón. El gaditano volvió a meter al equipo en play off, pero en esta ocasión el verdugo fue el Hospitalet.
Sin embargo, de nuevo Locos por el Balón aguantó la apuesta y Calderón inició la temporada que acaba de terminar. Claudio Barragán se hizo cargo del equipo en noviembre, enderezó el rumbo, le dejó primero y de nuevo cayó por partida doble en el play off, siendo los verdugos el Real Oviedo y el Bilbao Athletic.
Con todo, Manuel Vizcaíno ha repetido su apuesta y el de Manises será el sexto entrenador que inicia la liga comandando la nave amarilla en esta última etapa del club en Segunda B. Ha convencido al consejo de administración y el Cádiz entiende que nadie va a mejorar sus prestaciones. Eso sí, esta vez no hay colchón y Claudio necesita que el equipo responda desde el primer momento.