El presidente del Cádiz CF, Manuel Vizcaíno, ha sido motivo de comentario en el día de hoy por estar amenazada su continuidad en el club cadista. Paralelamente, trabaja pensando en el futuro a corto plazo de la plantilla y busca refuerzos.
Y ha puesto sus ojos en otro campeón de Europa, e incluso campeón del mundo. Otro jugador que está dispuesto a vestir la camiseta amarilla después de haber vivido tiempos mejores. Según ha podido saber ElDesmarque Cádiz, se trata de Carlos Marchena, amigo de Vizcaíno, y que acaba de volver de la India tras jugar varios meses en el Kerala Blasters.
A sus 36 años, Marchena quiere seguir jugando al fútbol y ve con buenos ojos esta posibilidad, que ya está manejando desde hace semanas. Para no perder la forma, ha pedido al Sevilla poder ejercitarse con el Sevilla Atlético y estar a punto para el mercado invernal.
Carlos Marchena ha militado en el Sevilla, el Benfica, el Valencia, el Villarreal, el Deportivo y el citado Kerala Blasters indio. Como es sabido, juega como central o mediocentro y destaca por su buena colocación y contundencia. Antes de irse a la India estuvo un año en el paro, pero tiene claro que aún le queda cuerda para seguir haciendo su trabajo. "Todavía no me ha llegado el momento de decir adiós al fútbol. No puedes hacerlo cuando te encuentras bien, te crees capaz y sabes de lo que eres capaz", decía en una entrevista en Público en el mes de septiembre.
Su salida del Kerala se produjo por "motivos personales", pero sigue con la idea de vestir de corto y Vizcaíno le quiere dar la ocasión de militar en el Cádiz. Marchena ha ganado dos Ligas, una Copa, una UEFA y una Supercopa de Europa con el Valencia. Está por ver el estado físico que puede traer si, finalmente, se produce el fichaje. Y todo, también, pendiente de lo que pueda suceder a nivel institucional. Si Vizcaíno permite la entrada de Buitrago después de la Junta de Accionistas, el trabajo de fichajes recaería de nuevo en el equipo de Pina. Si no, se impondrá el criterio del presidente, de Claudio Barragán y de Enrique Ortiz.