Emilio Butragueño guarda un recuerdo imborrable del estadio Ramón de Carranza, el sitio donde debutó y donde empezó a maravillar. Allí marcó uno de los mejores goles de su carrera y un tanto que daría la vuelta al mundo.
Este miércoles se miden en la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey el Cádiz CF y el Real Madrid, el Director de Relaciones Institucionales del club blanco ha hablado para le revista oficial del conjunto Amarillo, ¡Cadistas!, y ha recordado lo especial que es para él el feudo gaditano: “Es un estadio al que le tengo mucho cariño, lo llevo siempre conmigo. Espero que al Cádiz le vaya bien y muy pronto esté de nuevo en Primera División. Se lo merece por su gente y por su estadio”.
“Siempre ha sido un histórico de los trofeos de verano, de los más prestigiosos. En el club se recuerdan con gran cariño los seis trofeos ganados y también todas las visitas al Carranza”De esta forma recuerda Butragueño sus dos tantos iniciales con el primer equipo: “Fue uno de los días más importantes de mi vida y de mi carrera, sin duda uno de los que más guardo en mi memoria. Sin ese día, todo lo de después quizá no hubiera existido. Marqué el 1-2 en el minuto quince en un balón que intenta controlar Santillana, yo venía de cara y me quedó el balón justo en el borde del área y le pegué cruzado, entró muy cerca del palo. El 2-3 lo marqué en los últimos minutos del partido cuando el equipo estaba volcado buscando la victoria. Es una sucesión de ataques y remates hasta que me queda la pelota muy cerca y yo la empujo. Marcar el gol de la victoria en los últimos minutos generó una alegría desatada, especialmente para mí que debutaba. Recuerdo que en aquella época los jugadores no se quedaban con la camiseta, pero yo se la pedí a Di Stéfano y me la dio”.