La situación de Güiza no es agradable para el jugador cadista. En el inicio de temporada no está teniendo el protagonismo del que ha disfrutado a lo largo de su carrera y el que tuvo, sin ir más lejos, la pasada temporada en el club gaditano. No sólo no está siendo titular, sino que en algunos partidos ni siquiera está teniendo la ocasión de jugar unos minutos.
La pasada semana fue decisivo con su gol ante el Levante en la Copa del Rey, pero después ante el Getafe tuvo que ver todo el partido desde el banquillo. La competencia en la delantera es grande y da la impresión de que, en este momento, Rubén Cruz le ha ganado la partida para ser el atacante que salga como revulsivo para acompañar al intocable Ortuño.
El jerezano lo está llevando con la lógica profesionalidad, sabiendo que su momento llegará y preparándose para estar bien cuando se le necesite. Hay que recordar que este verano rechazó una importante oferta del fútbol malayo, pero no se arrepiente de esa decisión por más que ahora no esté jugando en el Cádiz tantos minutos como querría.
Habrá que ver su rol en las próximas semanas y las rotaciones que va haciendo Álvaro Cervera. El pasado fin de semana fue Gorka Santamaría el que no se vistió, a pesar de que le quitaron la segunda tarjeta amarilla que vio en Miranda.