Sufrida victoria cadista para seguir en la zona noble

El Cádiz logró una victoria sufrida ante el Rayo que le permite seguir soñando con casi todo. Fue un partido que se pudo sentenciar en el primer periodo por las buenas ocasiones que desperdiciaron los amarillos y que al final costó mucho sentenciar por el empuje de un Rayo que se estaba jugando la vida por su situación en la tabla.

Desde el principio se vio que el Rayo no llegaba al Carranza con la intención de encerrarse y que ese estilo de tener la pelota progonado por su entrenador era una realidad. Era un partido roto casi desde el inicio, lo que invitaba a pensar en un escenario ideal para los cadistas por su capacidad para pillar a la contra a cualquiera.
El Rayo, en cualquier caso, llegaba con mucha gente al área de Cifuentes. Embarba hacía daño con sus diagonales y Trashorras trataba de imponer sus galones en el centro del campo. Las primeras llegadas rayistas llegaron por la izquierda y el balón era de los madrileños, algo que no incomodaba a los cadistas porque la primera gran ocasión fue para ellos, con un remate claro de Ortuño que sacó Nacho cuando el balón ya se colaba en minuto cinco.
No había un dueño claro del encuentro, aunque la posesión podía ser de los visitantes. El Cádiz parecía cómodo porque no sufría en defensa y llegaba con cierta facilidad después de los robos, pero el fallo del delantero murciano fue lo único producido en el primer cuarto de hora en ataque. Los dos equipos se anulaban y el espectáculo era bastante pobre.
En el Rayo Ebert bajaba para ayudar a sacar la pelota jugada porque la presión cadista daba sus frutos. Aridane se anticipaba con acierto a Javi Guerra y el ataque rayista parecía controlado, pero se veía que los madrileños contaban con una calidad por encima de la media por más que estuvieran en zona de descenso. Pudo hacer el primero el Cádiz en el minuto 24 por una mala cesión de Nacho a su portero, Gazzaniga, pero éste reaccionó a tiempo para sacar la pelota cuando ya entraba.
Con muy poco, el Cádiz había estado a punto de adelantarse en dos ocasiones. Estaba haciendo un partido aseado, buscando a Nico Hidalgo en la derecha, la gran novedad en el once, y a Álvaro por la izquierda. Rubén Cruz había recuperado la titularidad, pero al menos en el primer tiempo no dio lo que se esperaba de él, sobre todo ahora que aspiran a ese puesto Imaz y Aketxe.
A la salida de un córner tuvo Sankaré otra buena ocasión a la media hora, pero el disparo le salió alto. Como se preveía, el Rayo era un equipo blando en defensa y de eso tenía que sacar partido el Cádiz. En el último cuarto de hora el equipo de Cervera dio un paso adelante y empezó a llegar con más frecuencia. Sus recuperaciones eran constantes y casi siempre encontraban a Álvaro por la izquierda, pero faltaban el último pase o el remate.
El premio llegó en el minuto 35. Ortuño conectó muy bien con Álvaro, que fue capaz de superar a Gazzaniga por alto en una acción complicada por la presencia de un defensa. Acto seguido pudo llegar el segundo en otra jugada en la que Ortuño supo conectar con sus compañeros, en este caso con Rubén Cruz, pero cuando estaba solo delante del portero, su disparo le salió muy centrado.
El Rayo estaba muy tocado y el Cádiz lo aprovechaba, pero sin el acierto para sentenciar el encuentro. En el minuto 43 de nuevo era Álvaro quien se quedaba en una posición ideal para marcar después de un buen pase de Abdullah, pero el balón se fue al palo tras su disparo cruzado. Finalizaba la primera parte con la sensación de que el Rayo se escapaba vivo.
En el inicio de la segunda parte se veía un Rayo más decidido a buscar la portería cadista, pero con los mismos recursos del primer tiempo: mucho toque y poco peligro real. El Cádiz esperaba su momento para matar a la contra. En la grada había inquietud porque el partido estaba abierto por la escasa renta de los amarillos. Amaya dio el susto con un remate de cabeza tras un balón parado en el minuto 62, pero se marchó fuera por poco.
Pasaban los minutos y todo seguía igual, aunque Cervera movía el banquillo con la intención de buscar el gol de la tranquilidad. Imaz y Aitor entraban por Álvaro García y Nico. El Cádiz no sufría en exceso porque el empuje inicial se había ido diluyendo, pero nadie podía estar convencido del triunfo en el Carranza con ese panorama.
Un disparo lejano de Ebert en el minuto 76 se marchó fuera y Manucho había entrado para hacer daño en el juego aéreo. Al Cádiz no le duraba mucho la pelota en su poder y aunque suele decir Cervera que su equipo no suele sacar mucho provecho de las posesiones largas, se echaba de menos un poco de oficio para ir matando el partido aunque fuera parando el juego.
Carpio tuvo que cruzarse de manera providencial en un centro de Miku que buscaba Manucho en el área pequeña en el minuto 82 y, a renglón seguido, Ebert lanzó por encima de la portería de Cifuentes tras una dejada de Manucho, que se estaba dejando notar. El partido llegaba a la recta final con el Rayo acosando a un Cádiz que estaba casi pidiendo la hora.
Fueron tres puntos muy sudados pero que saben a gloria en un momento duro de la temporada donde ya nadie regala nada. El Cádiz sigue fuerte en casa y acaricia la permanencia. Ya vendrán otros objetivos...

Todos los resultados en resultados.eldesmarque.com