Quedan 18 puntos en juego y casi todo por decidir en Segunda División. Con el Levante ya en Primera, el resto de 'premios' aún está por repartir y el Cádiz quiere pelear hasta el final por hacerse con uno de ellos. Los amarillos buscan terminar la competición regular en los puestos que dan acceso a la disputa del play off y poder soñar con un posible ascenso, pero antes de eso el equipo de Cervera tiene que afrontar seis 'finales' de las que ha de salir con vida.
A falta de seis encuentros para que finalice la competición regular en la categoría de plata, todo está en el aire, sobre todo en los clubes "privilegiados" que disputarán la fase de promoción para intentar pelear por el ascenso.
Terminar entre los seis primeros clasificados no será fácil y el equipo de Álvaro Cervera vivirá seis auténticas finales para mantenerse y seguir soñando despiertos: Nástic, Zaragoza, Córdoba, Sevilla Atlético, Elche y Real Valladolid.
Seis rivales que, sin estar en la parte alta de la tabla, puede entrañar más peligro que cualquier otro en la categoría, pues algunos de ellos se juegan la vida por no descender.
El Nástic de Tarragona es el primero de ellos. El conjunto dirigido por Juan Merino es el cuarto por la cola con 41 puntos y está a un del primer equipo fuera del descenso, el Elche, con 42, al que también se enfrentará el Cádiz en la penúltima jornada de Liga.
Después de la visita del equipo catalán, los de Cervera viajarán a La Romareda para enfrentarse a todo un Real Zaragoza que, pese a su decepcionante temporada, aún cuenta con opciones matemáticas de play off, aunque lo tiene muy complicado.
El Córdoba visitará el Ramón de Carranza en la jornada 39 y también está luchando por alejarse de la zona de la quema de la que también se encuentra a un punto de distancia.
Tras esa cita, llegará el duelo ante el Sevilla Atlético en el Sánchez-Pizjuán para después recibir a un Elche en apuros y cerrar la temporada a domicilio ante el Real Valladolid, que tampoco ha dicho adiós matemáticamente al play off.
Al Cádiz le queda pues un calendario asequible de aquí hasta el final del campeonato del que no puede fiarse, ya que todos sus rivales tienen algo por lo que pelear hasta último momento.