El empate contra el Nástic dejó mal cuerpo entre el cadismo porque el equipo incurrió de nuevo en los mismos errores de encuentros anteriores: fragilidad defensiva, poca reacción ante un contratiempo y escasos recursos para hacer daño al rival. En cualquier, desde el club se le da el máximo respaldo a Álvaro Cervera después de este nuevo traspié.
La sensación que existe en los despachos del club amarillo es que el equipo tiene todavía un amplio margen de mejora y hay la seguridad de que los resultados van a cambiar en positivo en las próximas jornadas, aunque el calendario tenga reservados enfrentamientos contra equipos como el Sporting de Gijón.
La buena primera media hora del Cádiz ante el Nástic puede ser la línea a seguir en cuanto a intensidad, capacidad de llegada y espíritu competitivo. Además, en el club se piensa que el equipo ya fue de mostrar de lo que es capaz en partidos que tampoco se terminaron ganando como ante el Oviedo, en Albacete o incluso en Soria, donde supo aguantar con un jugador menos.
Así pues, llega una semana de relativa calma en la que el equipo amarillo se podrá centrar en el encuentro del viernes ante el Extremadura, un choque en el que los jugadores cadistas tendrán que dar un paso al frente para reencontrarse con la victoria, que no logran en el campeonato liguero desde la primera jornada, allá por el 17 de agosto.
El mensaje interno que se manda desde la cúpula dirigente del Cádiz es de tranquilidad y de confianza en la plantilla y en el cuerpo técnico. La cercanía con la zona de descenso es algo que inquieta, pero con tantas jornadas por delante no se encuentran motivos para dar un golpe de timón en un proyecto que sigue ilusionando mucho en el club gaditano.