La sesión de trabajo del Cádiz CF de este miércoles en las instalaciones de El Rosal han dejado la esperanzadora imagen de Darwin Machís tocando el balón. El martes se supo que no sufre una rotura fibrilar grande, pero desde el club están cuidando que esa microrrotura o contractura no vaya a más y su concurso en el encuentro del sábado sigue en el aire.
Este miércoles se le pudo ver ejercitándose al margen del grupo, pero en el césped. Toda la plantilla lo hizo sobre la pradera de entrenamiento, aunque los lesionados formaron un corrillo aparte y se pudo ver al venezolano junto a Garrido, Juan Hernández, Pantic y Jovanovic.
Sin duda es una buena noticia que a mediados de semana ya se pueda estar ejercitando con el balón, aunque la gran prueba de fuego tendrá lugar cuando el atacante pruebe su musculatura realizando algún esfuerzo de explosión, una característica esencial en su juego.
Ni que decir tiene que su concurso sería muy importante en el trascendental encuentro del sábado contra el Albacete, pero Álvaro Cervera ha demostrado desde que es entrenador del Cádiz que no es partidario de forzar a jugadores que no están al ciento por ciento y que no hayan podido entrenarse con normalidad a lo largo de la semana. Por todo ello parece complicado que el venezolano juegue esta semana, pero en el club no se termina de descartar.
La tranquilidad radica en que Manu Vallejo es un sustituto muy fiable como ya demostró en Tarragona y que Garrido, otro lesionado importante, cuenta con Edu Ramos como un relevo de máximas garantías. Puede ser, posiblemente, la gran diferencia de la plantilla actual del Cádiz con la de las últimas temporadas. Ahora hay recambios de primer nivel en casi todas las posiciones y eso permite que los contratiempos no sean de mucha gravedad.