El Cádiz no pudo ganar en Vallecas, pero demostró por qué es el líder. Recibió un gol de mala suerte y mereció más, pero se puede dar por bueno el empate por ser ante un rival que también le hizo sufrir en algunos momentos.
Los dos equipos eran fieles a sus ideales y uno quería hacer daño con el balón y el otro, sin él. El Cádiz buscaba robar arriba para llegar con peligro y empezó a dar algún aviso desde pronto, igual que el Rayo buscaba balones desde la banda de Álvaro García en busca de Ulloa, pero la zaga cadista estaba muy atenta.
Iván Alejo metió un centro muy bueno en el minuto ocho, pero Nano Mesa no llegó a tiempo de rematar en el segundo palo. El equipo había entrado muy bien en el partido, con capacidad para robar y con opciones de llegar, aunque en los primeros minutos faltó la precisión de otras tardes.
Una vez más, el Cádiz estaba consiguiendo que pasaran pocas cosas en el primer tiempo, aunque con el paso de los minutos el Rayo iba ganando terreno gracias a las progresiones de Pozo y las incursiones del excadista Alvarito. En el ecuador del primer tiempo el equipo cadista ya no tenía presencia en el campo rayista y eso siempre era inquietante ante un rival con jugadores de nivel.
El Cádiz había ido de más a menos, a mucho menos. El equipo se había ido desdibujando y aunque no sufría, el partido se iba pareciendo mucho más a lo que quería Paco Jémez. Sin embargo, el equipo reaccionó y empezó a hacer lo suyo hasta que incluso fue capaz de ponerse por delante con un tanto de Alejo a pase de Nano Mesa. La jugada fue revisada por el VAR y terminó subiendo al marcador en el minuto 39. El pase inicial de Espino fue muy bueno.
Tras momentos de dudas, el Cádiz volvía a pegar en otra demostración de que el equipo podía irse un momento del partido, pero no por mucho tiempo. Desde el gol hasta el descanso no pasó casi nada, aunque daba la sensación de que el Rayo estaba muy dolido al verse por debajo en el marcador.
El Rayo empezó la segunda parte con el mismo patrón: guiado por Pozo y confiando en la calidad de su gente. El Cádiz no pasaba excesivos apuros y buscaba su momento para matar el partido a la contra. Paco Jémez cambiaba de sistema para meter más leña arriba con Andrés Martín. La mejor ocasión de los locales llegó en el minuto 68 en un disparo de Trejo a la que respondió Cifuentes con una parada excepcional.
Pero el Cádiz no se dormía y reaccionaba a través de Nano Mesa, que había pasado a jugar por la izquierda. Fali, a la salida de un córner, también asustó con un disparo a la media vuelta. El partido se abría, pasaba por momentos a ser un ida y vuelta de esos que ponen tan nervioso a Cervera. Y en una jugada desafortunada el Rayo empató con un disparo de Trejo que tocó en Marcos Mauro.
Quedaba un cuarto de hora y Cervera metía en el campo a Jurado para jugar por la izquierda. El equipo madrileño se vino arriba y puso en mucho apuros al Cádiz. Andrés Martín obligó a Cifuentes a lucirse de nuevo y Catena mandó el balón al palo con un remate de cabeza en el minuto 77. A la contra respondió Jurado en una contra en la que remató muy flojo y después Lozano también perdonó con un cabezazo a la salida de un córner en la que se quedó solo.
El cadismo cantó gol en un remate de José Mari en el minuto 87, pero fue anulado por fuera de juego de Lozano. El partido podía caer de cualquier lado, pero el Cádiz se revolvió con fuerza después de encajar un gol con mucha mala suerte y buscó la victoria hasta el final. Garrido rozó el segundo con otro remate en un córner y Vallecas terminó el partido pidiendo la hora porque los gaditanos pelearon hasta el final.