Empate valioso en un partido blindado
El Cádiz CF no pudo ganar en Ponferrada, pero al menos no perdió en un final de partido muy tenso. Quezada lo complicó todo con una expulsión de jugador inexperto y Cifuentes evitó un disgusto con intervenciones de mérito.
El partido empezó con la Ponferradina apretando en ataque. Kaxe dio el primer susto a los tres minutos, pero Cifuentes evitó el gol con una buena intervención. El Cádiz respondía entrando por la banda de Iván Alejo, pero los primeros servicios del vallisoletano acabaron en las manos del cancerbero Caro.
Era un partido abierto con un equipo local que tocaba con criterio y quería evitar las pérdidas a toda costa en las zonas peligrosas. En el primer cuarto de hora el Cádiz no había sido capaz de llegar al área con peligro de gol. El primer disparo fue de Lozano en el minuto 18, pero muy flojo y centrado.
El ritmo era muy bajo y la Ponferradina no dudaba en cortar las jugadas con faltas, para lo que contaba con el visto bueno del árbitro Pulido Santana. Los de Bolo esperaban atrás y no dejaban espacios, una premisa para frenar al Cádiz de Cervera. El mando del juego lo tenían los amarillos a la media hora, aunque le costaba mucho acercarse a la portería rival.
Álex Fernández intervenía poco y eso lo sufría el equipo porque faltaba conexión con la zona ofensiva. La Ponferradina necesitaba menos y bastaba con hacerle llegar el balón a Yuri para que disparara con cierto peligro al borde del descanso, aunque Cifuentes despejó con acierto.
En la segunda mitad el equipo debía descifrar el entramado defensivo de su rival para volverse con un botín importante. Sus primeros intentos no le salieron bien, como un remate de Lozano muy desviado en el minuto 50. Álex tuvo una buena ocasión en el minuto 55 tras una pared con el hondureño, pero el disparo le salió mordido.
El equipo recuperaba el balón pronto y sólo le faltaba algo de inspiración arriba para transformar su superioridad en algo tangible en el marcador. Llegaba con más claridad tras la reanudación y embotellaba a los locales, que ya no estaban tan cómodos replegados.
Quedaban 20 minutos y el partido volvía a cerrarse. Cervera había metido a Javi Navarro por Alejo, pero el equipo necesitaba algo más de chispa arriba para aspirar a sacar la victoria. Tuvo un cabezazo peligroso el Choco en el minuto 73 y un remate de Perea que rozó el palo a renglón seguido.
Cervera le daba el último cuarto de hora a Jurado. Tenía que desatascar un partido que estaba para ganarlo en el tramo final ante un rival que ya pensaba más en empatar que en otra cosa. Garrido pidió un penalti por agarrón en el minuto 83, pero el árbitro pitó falta en ataque.
Todo se complicó con la absurda expulsión de Quezada a falta de cinco minutos. El lateral dejó al equipo con 10 y Cifuentes evitó el gol de Yuri con una parada excepcional. Lo normal habría sido apretar al final para intentar ganar y el Cádiz terminó pidiendo la hora ante un rival que olió la sangre tras la expulsión de Quezada, cuya actitud es incomprensible con lo mucho que hay en juego.