Un empate no era el botín buscado contra el Zaragoza en el Carranza, pero el punto hay que darlo por bueno ante un buen rival que se puso por delante en su único disparo hasta ese momento. El Cádiz reaccionó, superó la ansiedad y no dejó que un perseguidor se llevara la victoria.
El Cádiz salió mordiendo arriba, complicando la salida al Zaragoza. Cuando superaba esa presión llegaba con cierto peligro al área de Cifuentes y a los tres minutos Juan Cala ya tenía una tarjeta amarilla en una acción bastante rigurosa en una contra.
Tampoco se lo ponía fácil el conjunto maño a los amarillos para iniciar desde atrás, pero en una buena combinación, el Choco Lozano puso en serios aprietos al cancerbero zaragocista en el minuto siete. El equipo encontraba espacios por la banda de Iza y de Salvi.
En los primeros 15 minutos el partido se jugaba en el campo del Zaragoza, que sufría sin el balón. Después cambiaron las tornas y la posesión pasó a ser de los visitantes, aunque con pases más en horizontal que otra cosa en la primera media hora.
El Cádiz estaba cómodo y esperando su momento. Pasaban pocas cosas en las áreas y en la mayor parte del campo porque los dos equipos se desactivaban bien. Salvi era el jugador más buscado porque era capaz de imponerse a Nieto, pero los servicios eran despejados por la defensa maña. Era un partido muy cerrado, con contadas ocasiones y con mucho respeto.
La segunda parte comenzó con un mazazo. Soro le ganó una acción a Espino y tuvo la habilidad de levantar con precisión el balón ante la salida de Cifuentes para adelantar al Zaragoza.
La reacción fue un disparo peligroso de Perea, pero se encontró con Cristian Álvarez. Había sido un golpe muy duro y el equipo se tenía que reponer, pero necesitó de unos minutos. El rival no había hecho más que él para ir por delante, pero había acertado en su único lanzamiento y estaba muy bien puesto en el campo. Era complicado hincarle el diente y más para un equipo que lo pasa muy mal cuando tiene la obligación de llevar la iniciativa.
Cervera hacía debutar a Malbasic cuando quedaban algo más de 20 minutos para jugar con dos delanteros. Había que buscar al menos el empate, pero ya el equipo no conseguía entrar por la derecha como en el primer periodo. Casi todo pasaba por Perea, que había ido de menos a más.
Malbasic estuvo a punto de empatar en el minuto 71, pero su gran disparo de primeras se encontró con una gran intervención de Cristian Álvarez. El partido se rompía por momentos porque el Cádiz ya dejaba espacios y el Zaragoza hacía lo propio cuando quería matar a la contra.
Pombo entraba por el lesionado Lozano y el equipo afrontaba el último cuarto de hora con dos recién llegados en la delantera. Pero era Perea quien se echó el equipo a sus espaldas y el que forzó un penalti en una buena combinación con Malbasic. Álex Fernández empató cuando quedaban pocos minutos y el equipo fue a por el segundo, aunque sabiendo que no había que correr más riesgos de los necesarios.
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