Contento en la Tacita de Plata y recién renovado por el Cádiz CF, Fali no sólo se ha convertido en un jugador importante de la plantilla, también se ha consolidado como un activo importante de la ciudad. El ex del Nástic ha encontrado su sitio en el sur, donde ya se siente uno más.
"Vivo en Cádiz y mi familia está feliz de estar aquí, se vive muy bien. La ciudad es espectacular", afirma con rotundidad en un entrevista en AS, al mismo tiempo que destaca el papel de la afición en su adaptación a un nuevo entorno: "Si me paran por la calle, hablo con ellos, no tengo problema. Son personas iguales que yo. Me importa la opinión de los aficionados. Mi vecino ahora es mi amigo, el día del partido contra Osasuna me dijo 'oye, pisha, tú eres el Fali, ¿no?'. Y le dije 'si ganamos, nos tomamos una cerveza'. A partir de ahí, es mi amigo".
"Parece que he nacido aquí. Hasta que no me echen, no me voy", resume. Con contrato hasta 2024, la filosofía del defensa viaja siempre ligada a la idea de esfuerzo. "Vengo aquí a reventarme", según destacó en el momento de su llegada al Carranza, un estadio que espera que el año que viene sea de LaLiga Santander.
Por ese "sueño", Fali incluso se atreve a lanzar una promesa: "Si ascendemos, me tatúo el escudo del Cádiz. Soy capaz de tirarme del autobús, ¡confío en que la afición me coja!".
Por su origen gitano, el defensa confesó que sus inicios no fueron fáciles, pero que su familia está contenta con su trabajo y le apoya, aunque su padre tiene dificultades para disfrutar de los partidos en directo. "En un play off con el Huracán hacía mucho calor y cuando acabó el partido vi una ambulancia, era mi padre. Le dio un ataque de ansiedad así que le dije: '¡Ya no vienes más!'. Si viene a Carranza se me queda tieso. Me preguntó cuándo retransmitía GolTV el próximo partido y le dije: 'Creo que ya no nos televisan más'. Además, con lo que sufrimos nosotros...", bromea.
Al igual que él, su familia también está feliz en Cádiz. Como un gaditano más, el carnaval ya empieza a 'picarle el gusanillo'. "Escuché Daddy Cadi y me reí mucho. Este año van de gitanos. Yo no entiendo de carnaval, pero me río. Cuando entré en el Falla para grabar el vídeo de la renovación aluciné. Quiero ir a una sesión. Me gustaría participar en un cameo, pero quiero hablar", subraya entre risas.
Pelea en el campo y se alza como un referente del pueblo gitano. Espera que su trayectoria sirva de ejemplo para su gente. "Cuando voy a mi barrio los padres le dicen a sus hijos: '¿Ves? Él ha llegado, así que tú también puedes'. Todos quieren que sean como yo, y eso es bueno, porque al menos los van a apoyar", concluye. Un sueño que, visto su método en la vida, también ayuda a hacer feliz a los demás.