Corren tiempos extraños para el hombre moderno. Con el país prácticamente al completo confinado en casa, la naturaleza vuelve a recuperar su espacio en el mundo, aquel que jamás debió perder pero que la evolución del ser humano, innegablemente, le ha ido arrebatando poco a poco. Vuelve la vida y Cádiz es un buen ejemplo de ello, pues este miércoles, se veían unas imágenes preciosas en el muelle de la ciudad.
Allí, desde hace días, las gaviotas campan a sus anchas, más libres que nunca; los peces se acercan a la orilla de la playa sin miedo a picar en el anzuelo de algún pescador... Pero lo que nos deja boquiabiertos es ver como los delfines se pasean por las aguas cercanas al muelle de Cádiz, donde la actividad comercial y el trasiego de los grandes buques se ha detenido temporalmente a causa de la crisis del coronavirus.
Los gaditanos no ganan en su asombro y todo el que tiene esa privilegiada vista se asoma a su balcón para contemplar cómo la magia de la naturaleza ha llegado a Cádiz durante la cuarentena. Y es que una imagen vale más que mil palabras (ver vídeo de arriba).
En los últimos días también se ha viralizado un vídeo de un ciervo que, según se describe, se está bañando en la playa de Matalascañas aprovechando que no hay personas. Se trata de uno de los muchos bulos que están circulando por redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp. Y aunque estas imágenes pueden resultar de lo más enternecedoras, lo cierto es que ya existían en 2016, como puede comprobarse en el siguiente vídeo.