A pocos jugadores del Cádiz CF les ha cambiado tanto la vida en los últimos meses como a Yann Bodiger. El francés estaba siendo durante la pasada temporada uno de los futbolistas con menor participación en el equipo, pero después del parón por el confinamiento fue tomando protagonismo y en la pretemporada sigue siendo un fijo para Álvaro Cervera.
La pasada campaña empezó como titular, pero algunas malas actuaciones le fueron pasando factura y terminó siendo uno de los jugadores que solían quedarse fuera de las convocatorias con cierta frecuencia. Pero algo ha cambiado y pasó de tener un rol secundario a entrar en muchas ocasiones en el once inicial.
Cervera le encontró una ubicación por delante de los pivotes con una labor importante en la presión en la que se ha mostrado muy efectivo. Ha sabido darle al centro del campo la energía que faltaba por momentos y ha demostrado que con el balón en los pies puede ser un jugador capaz de aportar cosas interesantes.
En los primeros amistosos de este verano se le ha visto en varias posiciones, pero ha sido un fijo para el entrenador cadista. Contra el Espanyol comenzó en el lateral izquierdo y ahí se le notó que es una posición nueva para él, lo que le llevó a sufrir mucho. Pero cuando pasó al centro del campo en el segundo tiempo, volvió a ser el pulmón que busca Cervera, con muchos robos de balón.
Inicialmente era un firme candidato a salir del club amarillo, pero en este momento parece muy probable que siga porque el entrenador cadista valora su polivalencia. Le queda este año de contrato y tiene firmado uno más opcional. Ha sabido ganarse la confianza de Cervera a base de constancia y de profesionalidad en los momentos en los que parecía tenerlo todo en contra.