David Gil tendrá la oportunidad de jugar el sábado en el partido de Copa del Rey ante el Girona. El cancerbero madrileño ya fue el protagonista en la anterior eliminatoria, ante el Pontevedra, al detener el quinto penalti de la tanda. Ahora afronta con ilusión este nuevo compromiso y reconoce que no es sencillo contar con tan pocas ocasiones de jugar.
"Hay momentos en los que se hace duro porque uno quiere jugar y demostrar, uno quiere pasárselo bien jugando, que es lo que todos los jugadores quieren. Tengo que aceptar el rol que toca en cada momento. Ahora me toca no jugar y ya está. Yo no me conformo, espero el momento justo y para eso entreno cada día, para estar siempre preparado y que, cuando me toque jugar, no me pille por sorpresa", afirma.
"Son situaciones que se dan. Empecé jugando, luego relevé el puesto y a veces es verdad que se hace un poco duro porque todos queremos jugar. Hay que estar preparados para la oportunidad que se presente, sea en Copa o en Liga. Es fácil trabajar con Conan, Flere, Lolo y el resto del equipo. Siempre estoy preparado, para la Copa y para lo que tenga que venir", afirma convencido.
Para el cancerbero cadista, seguir vivo en la Copa del Rey es una gran oportunidad: "Es una manera de demostrar al míster que estamos preparados para cuando decida ponerlos. La Copa nos sirve para demostrarle que estamos ahí. Es una competición que nos da vida para dar minutos a los que menos juegan".
Reconoce que verse sobre el césped es una motivación muy especial: "Los pocos minutos que he tenido hasta ahora, tanto verme bien como poder demostrar con nota es algo muy positivo para mí personalmente, porque me da confianza y experiencia en el campo. Poder disfrutar dentro del campo, que después de tanto tiempo sin jugar te da hormigueo el volver a jugar”.