El Cádiz CF sumó un punto muy valioso ante el Levante, un equipo que puso en serios aprietos a los cadistas. El partido se jugó al ritmo marcado por los visitantes, que demostraron una verticalidad y un criterio que hizo daño en muchos momentos. Llegar a los 24 puntos es un éxito del equipo gaditano a la finalización de la primera vuelta.
Desde un primer momento se vio que el Levante llegaba en una buena dinámica. Clerc obligó a lucirse a Conan Ledesma en el primer minuto en un lanzamiento de falta muy peligroso. Pero fue el Cádiz el primero en golpear en una extraordinaria jugada que empezó con un robo de Garrido, un pase de Iza, un excelente servicio de Negredo a Álex y la gran asistencia del madrileño la convirtió en gol Perea con una fantástica definición.
La alegría duró muy poco. A los siete minutos otra gran jugada, esta vez del Levante, acabó en gol de Roger. Jairo no estuvo fino saliendo de su zona, pero la combinación de los valencianos fue muy efectivo. Y lo peor es que llegó el segundo tanto a renglón seguido. Roger volvió a aprovecharse de la pasividad de la defensa después de un rebote.
Era el minuto 12 y ya había recibido dos goles el equipo amarillo. El centro del campo estaba también demasiado contemplativo y eso se había pagado muy caro.
El partido se ponía como quería el Levante, que seguía llevando el mando porque el Cádiz tampoco ponía una línea de presión muy alta. Le estaba costando reaccionar, pero tuvo el acierto para marcar a través de Cala en un córner bien lanzado por Álex al filo de la media hora.
Era un alivio tras el disgusto de la remontada del Levante, pero los visitantes creaban demasiado peligro cada vez que cruzaban el centro del campo. A la espalda de Jonsson y Garrido se generaba mucho peligro y a Cervera se le veía muy preocupado por ello.
El primer tiempo acabó con el juego algo más calmado, pero con la sensación de que el Cádiz tenía que mejorar mucho en defensa para no sufrir tanto tras la reanudación.
La segunda parte comenzaba con el Levante teniendo la pelota y demostrando su capacidad para ir elevando la velocidad en el toque conforme se acercaba al área cadista. Al Cádiz le costaba mucho crear en estático y esperaba un error de su oponente que rara vez se producía.
El equipo seguía sufriendo mucho en defensa. Conan impedía el tercero en otra gran jugada del Levante por el costado de Jairo que concluía con un remate cercano de De Frutos. La movilidad de la delantera visitante seguía siendo una pesadilla y cuando quedaba media hora daba la sensación de que el empate era bueno por lo que podría estar por llegar.
El equipo de Paco López era el dueño del partido, jugando a su ritmo y creando peligro. No era una posesión estéril como la de otros equipos que pisaban el Carranza. En este caso se veía muy incómodo a los amarillos, con dificultades para cerrar espacios y con muchos problemas para salir a la contra.
Tocaba apretar los dientes y aguantar, con la esperanza de tener algún momento de llegada para soñar con un tercer tanto. El Levante movía el banquillo para no perder la chispa en ataque, señal de que Paco López veía posible llevarse los tres puntos.
Cervera metía a Salvi y Alejo por Perea y Negredo para tener velocidad y sacrificio en un partido que llegaba al tramo final con empate y con la sensación de que el empate era mejor para el Cádiz que para el Levante. Por suerte para los amarillos, el partido se fue desinflando y eso le daba opciones de puntuar ante un rival muy peligroso.