El Cádiz CF vio cómo le señalaron un penalti por mano a Juan Cala frente a la SD Eibar en el partido correspondiente a la jornada 26 de LaLiga Santander. Una jugada que fue especial por dos razones bien distintas: primero, porque Marko Dmitrovic volvió a ejecutar una pena máxima, aunque Conan Ledesma la paró con gran acierto; la otra, que la pena máxima fue señalada a Juan Cala por un balón que venía rebotado. En este caso al central amarillo sí le cobraron el penal, pero en otros similares no se aplicó el mismo criterio. Sin ir más lejos, así ocurrió en el duelo de vuelta de Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Sevilla FC.
Y es que el criterio arbitral respecto a las manos sigue siendo dispar. Aún quedan dudas sobre si prima la voluntariedad o involuntariedad; si la posición natural o antinatural, es decir, muy separada del torso, tiene que ver. En el caso de Cala, la acción llega de un rebote en una disputa, con el balón impactando en su mano. El árbitro del encuentro, Carlos del Cerro Grande, fue muy expresivo son sus gestos: señalaba penalti por tener la mano muy separada del cuerpo. Sin embargo, es imposible apreciar voluntariedad en dicha acción. Del mismo modo, el lance tampoco intercepta una ocasión manifiesta de gol ni parecido.
Eso sí, en una acción diferente, aunque similar en el fondo, a Clément Lenglet con el Barcelona no le señalaron penalti. El Sevilla centró el balón al área del Barcelona, lanzándose el francés a despejar la pelota. Esta tocó en su pecho y se marchó rebotada a su brazo, que tenía totalmente estirado. Puede que tampoco hubiera voluntariedad, pero la posición de su brazo sí estaba en una posición antinatural, muy separada del torso. No obstante, en esa ocasión no se señaló el penalti.
La mano de Lenglet no, la mano de Koundé sí https://t.co/R1Icd1Lt6R
— ElDesmarque Sevilla FC (@eldesmarque_sfc) March 3, 2021