El Cádiz CF perdió contra el Elche CF en un partido donde, quizá, se impuso la lógica. Ganó el que más se jugaba y lo hizo con justicia después de que los amarillos se pusieran por delante en el primer tiempo. Nada que reprochar, pero deja un mal sabor de boca.
El Elche comenzó el partido dando señas de su necesidad. Pere Milla remató al travesaño en el primer minuto de juego y a los tres minutos David Gil tuvo que lucirse ante Piatti en una jugada mal defendida por Espino. Saponjic respondió a renglón seguido tras una buena combinación con Lozano.
Era un partido abierto, quizá demasiado para lo que le gusta a Cervera. Los equipos avanzaban con cierta facilidad y las áreas se pisaban más de lo habitual en los encuentros jugados por los amarillos. Malbasic desaprovechó una contra en superioridad numérica a los 10 minutos en otra de esas acciones que ha repetido en demasiadas ocasiones el serbio durante la temporada.
Una gran jugada de Iván Alejo acabó en penalti antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora. El VAR intervino para confirmar la mano de Verdú y José Mari puso por delante a los amarillos. Los locales habían arrancado peor, pero se ponían ganando ante un rival atenazado por una situación desesperada.
Obviamente, el balón lo tenía el equipo ilicitano la mayor parte del tiempo. Le creaba problemas al Cádiz con las entradas de Fidel, Pere Milla y Piatti, pero las contras del conjunto gaditano evidenciaban las carencias de su oponente. Los de Cervera sabían qué hacer con la pelota y demostraban que, efectivamente, se tomaban muy en serio el partido.
La posesión era del Elche, pero pasaban muy pocas cosas. El ritmo del partido era bajo y eso le convenía al conjunto cadista, que es doblemente peligroso cuando juega sin la angustia de estar abajo.
La segunda parte comenzó como la primera, pero en esta ocasión Pere Milla marcó de cabeza. La jugada fue revisada por una posición adelantada y el tanto fue anulado. Era un aviso de lo que le esperaba: el ataque del Elche sin miramientos para eludir un descenso que era matemático con la derrota.
El empate sí llegó en el minuto 57 y de nuevo por medio de Pere Milla, que aprovechó una mala ubicación de la defensa con una excelente maniobra para superar por alto a David Gil. Y siete minutos más tarde llegó el segundo tanto ilicitano al aprovechar un rechace Diego González.
El Elche se había ido hacia arriba y el Cádiz necesitaba algo más para reaccionar. Cervera metió a Negredo, Sobrino, Alcalá, Augusto Fernández y Jairo. El equipo se había desdibujado y había que darle un giro para no terminar el partido con el mal sabor de boca de verse superado.
Ya el Elche se metía atrás para defender los tres puntos y el balón era para los amarillos, a los que les costaba crear ocasiones en la portería de Gazzaniga. Lo que llegó fue el tercero del Elche, en una jugada bien finalizada por Fidel en una jugada en la que David Gil quizá pudo hacer algo más en su palo.