El Cádiz CF sumó un punto en su visita al Levante UD en la última jornada de LaLiga Santander. Le bastó una buena primera parte para sacar un empate valioso para olvidar la jornada anterior. Un campeonato fantástico que termina con un buen partido ante un rival de peso.
El objetivo del Cádiz era hacer examen de conciencia para mejorar la imagen del partido contra el Elche. Pero las cosas empezaron muy mal con un gol tempranero, acompañado por algo de fortuna en el remate final de Roger.
Al Cádiz se le veía perdido en el campo. El experimento de los tres pivotes no estaba funcionando, pero en una buena jugada de Iza por la derecha logró empatar con un cabezazo fantástico de Negredo.
Antes del primer cuarto de hora ya se habían logrado dos goles. Quizá una señal de que ya era un partido sin nada en juego. Negredo estaba haciendo un partidazo, dándole sentido a cada balón que recibía. Incluso se atrevió con un lanzamiento desde el centro del campo en el minuto 22.
En el Levante era Bardhi el jugador inspirado y quien creaba el mayor peligro en el ataque local. El dominio era de los valencianos, pero el Cádiz estaba saliendo muy bien a la contra y marcó un golazo extraordinario en el minuto 32. Salió jugando en un córner en contra por medio de Negredo y una combinación entre Iza, Perea y Akapo terminó con un golpeo brutal del lateral para hacer el 1-2.
El Levante había empezado con muchos bríos y estaba haciendo un buen partido, pero recibió dos golpes tremendos y se le veía muy afectado en los últimos minutos de primer periodo. Pudo empatar al filo del descanso por medio de Bardhi, pero se lució David Gil.
Tras la reanudación se veía al Cádiz algo más contemplativo. En el minuto 58 llegó el empate en una buena jugada granota que concluyó con un disparo cercano de Melero.
Cervera había sacado al canterano Bastida en la medular junto a Garrido y se habían marchado Augusto y Jonsson. El equipo tenía muy poco el balón y eso le hacía ir retrocediendo y metiéndose en su área. En el primer tiempo daba mucha sensación de peligro, pero había ido a menos de un modo llamativo.
No daba facilidades en defensa, como sucedió contra el Elche, y por eso fue capaz de sacar un punto que le sirve como una dulce despedida.