La Copa de la ilusión. Un sentimiento que personifica en estos momentos mejor que nadie el CD Villa de Fortuna, el primer rival del Cádiz CF en la presente edición del torneo del KO. El equipo murciano es uno de los grandes premiado del sorteo que se celebró este jueves. Una eliminatoria peligrosa tan esperanzadora para el club fortunero como, por contra, peligrosa para el equipo que entrena Álvaro Cervera.
Después de que las bolas emparejaran a Cádiz y Villa de Fortuna, el presidente de la entidad murciana, Saúl Pereira, manifestaba su felicidad en los micrófonos de Onda Regional por el emparejamiento con el conjunto cadista: "Estamos muy felices, un poco afónicos después de la noche que hemos vivido, que ha sido inolvidable. El pueblo está emocionado", comenzaba.
"Nos ha tocado el Cádiz, un histórico del fútbol español y estamos muy ilusionados por recibirles y plantarles cara. Los jugadores, el cuerpo técnico y todo el pueblo de Fortuna se lo merece", continuaba, a la par que dejaba claro que afrontan la eliminatoria con la intención de ganar: "Pasar va a ser complicado, pero esto es fútbol. Nada es imposible, y esperamos plantar cara a todo un Primera y hacerlo lo mejor posible. Va a ser una fiesta, independientemente del resultado".
El modesto Villa de Fortuna, cuarto clasificado del Grupo I de la Preferente Autonómica de la región de Murcia con 18 puntos, disputa sus partidos como local en el Municipal José Luis Belda, con un aforo muy reducido (1.500 espectadores sentados) y una deficiente iluminación, por lo que ha decidido buscar un nuevo escenario donde afrontar dicha eliminatoria, algo que confirmaba el propio Pereira.
"Jugar en Fortuna va a ser complicado. Estamos viendo las diferentes posibilidades que tenemos, pero eso sí, que sea un sitio donde vaya toda la gente del pueblo que quiera ir, que nadie se lo pierda", explicaba en sus declaraciones, dejando abierta la posibilidad de jugar en la Nueva Condomina, situada a unos 30 kilómetros de la localidad.