El partido entre el Cádiz CF y el Sevilla FC estuvo marcado por el recuerdo de Antonio Navarrete. El que fuera delegado del equipo amarillo durante un cuarto de siglo falleció la pasada semana y el cadismo lo tuvo muy presente en el primer partido jugado en el Nuevo Mirandilla sin su presencia en el banquillo.
Por eso el club colocó una corona de flores en ese banquillo donde tantos partidos vivió del lado cadista. Además, se guardó un minuto de silencio en su memoria que fue respetado por todo el estadio. Era una persona muy querida por los cadistas y quedó claro en este partido tan especial.
Fue una noche en la que la afición amarilla no falló a su equipo en un momento delicado a nivel clasificatorio. Fue una de las mejores entradas de la temporada y el estadio Nuevo Mirandilla contó con la presencia de más aficionados sevillistas de los que se esperaban.
La nueva medida del Consejo Interterritorial de Salud de restringir los estadios de fútbol profesional a un 75% de su aforo obligó al Cádiz a retirar las 300 entradas de visitantes que había reservado para el Sevilla y que ha habían sido adquiridas por los abonados inscritos, que se sometieron a un sorteo ante la alta demanda de las mismas.
Sin embargo, aquellos que compraron las entradas antes de esta medida pudieron acceder con normalidad. Un buen número de aficionados del Sevilla estuvieron presentes en la grada de Tribuna, pero la presencia policial hizo que no se produjera ningún incidente.