La gran premisa que se marcó el Cádiz CF en el mercado de enero fue la llegada de jugadores que ofrecieran un rendimiento inmediato. Lo está logrando en la mayoría de los casos y eso ha permitido que el equipo se vea revitalizado. Los resultados no están terminando de llegar, pero las sensaciones que transmite son esperanzadoras.
De los fichajes realizados es Idrissi el que sigue despertando dudas. Teóricamente era, junto a Lucas Pérez, el de mayor prestigio por venir de un club como el Sevilla. Pero hasta el momento se ha quedado en simples detalles de calidad y no llegó a participar el pasado fin de semana ante el Getafe.
Fue titular una semana antes contra el Celta y su actuación fue discreta. En realidad, ha sido la tónica desde que se ha enfundado la camiseta amarilla. En la segunda parte contra los celestes se animó a buscar alguna jugada individual partiendo desde la izquierda y buscando su disparo con la pierna derecha, pero no creó demasiado peligro.
Está llamado a ser de los jugadores desequilibrantes del equipo. Los que lo ven entrenar hablan de algunos golazos y de jugadas de una categoría superior, pero hasta el momento ha pecado de timidez cuando ha tenido la ocasión de demostrarlo en los partidos.
No es el caso del resto de sus compañeros. San Emeterio necesitó muy poco tiempo para hacerse notar en el equipo. Ya en su estreno ante el Levante dejó muy buenos detalles y los ha ido repitiendo en otras intervenciones. Su recuperación física es importante de cara al choque en Granada porque ante el Getafe todavía se le vio por debajo de su nivel anterior.
Lucas Pérez y Rubén Alcaraz también están rindiendo. El gallego no ha marcado en LaLiga, pero le aporta mucha calidad al ataque. El centrocampista hizo un golazo en Mallorca y está llevando la batuta de la medular con una enorme personalidad. Luis Hernández también se está asentando en su posición.
Todos los fichajes o cesiones que vienen del Sevilla son siempre fracasos absolutos, menos mal que son coleguillas de vizcaino...