Hay jugadores que no cuajan en un equipo y que, tras salir, son capaces de destacar en otro. En el caso de Djordje Jovanovic no es que no cuajara en el Cádiz CF, es que su aportación fue nula desde su llegada. Por más que se le dieron oportunidades por su juventud, no fue capaz de mostrar las cualidades que llevaron al club a apostar por él. Sin embargo, ahora triunfa en el Maccabi de Tel Aviv.
El club israelí pagó por él casi dos millones de euros en el pasado mercado invernal después de haber estado sin equipo muchos meses tras haber rescindido su contrato el Cádiz por bajo rendimiento. Reclamó una indemnización por despido improcedente, pero la Justicia le dio la razón al Cádiz.
Para reengancharse al fútbol aceptó la oferta del FK Cukaricki de Serbia y allí realizó una buena primera vuelta de esta misma campaña, anotando 12 tantos en 15 partidos. Llamó la atención del Maccabi, que realizó un desembolso que era impensable después de salir del Cádiz por la puerta de atrás.
Acaba de ser elegido el mejor jugador del partido que ha jugado esta semana el Macabbi y lleva cinco goles en cinco partidos. Ante la acumulación de elogios, del delantero se muestra humilde: "Este es un deporte de equipo, no el tenis, nada puede pasar sin mis compañeros de equipo. No me siento especial, soy una parte integral del equipo. Sólo estoy aquí para jugar en el Maccabi, para ganar 3 puntos y hacer feliz a la afición".