El Cádiz CF tiene que ir agilizando las salidas de jugadores con contrato en vigor y que no entran en los planes de Sergio González para la próxima campaña en LaLiga Santander. Son ocho los cedidos que llegarán a entrenarse el día 5 de julio y es muy probable que ninguno de ellos comience la temporada en la máxima categoría.
Hay varios jugadores que quedarán libres el 30 de junio de 2023 y con ellos habrá conversaciones para llegar a un acuerdo con el año de contrato que les queda. Es la situación de Jon Ander Garrido, con quien está pendiente una charla para ver qué opciones tiene en el mercado.
También le queda un año de vinculación con el Cádiz a Jorge Pombo. El maño no ha hecho una buena temporada en el Oviedo y se intentará que cambie de aires. Su mejor lo momento lo vivió en el arranque de la campaña en el regreso a Primera. Llegó incluso una oferta del Getafe, pero no se quiso marchar.
En la misma situación está Álvaro Giménez, que quedará libre dentro de 12 meses. En Zaragoza tampoco ha sido el delantero que deslumbró en Almería y su alto sueldo será el gran impedimento para llegar a un acuerdo y que quede desvinculado. David Mayoral queda libre igualmente en 2023 y lo mejor es tratar su desvinculación.
Dos años le quedan a Nano Mesa. La suya fue una operación difícil de entender porque no entraba en los planes de Álvaro Cervera y el Cádiz lo fichó sin haber una opción de compra obligatoria. Ahora tiene contrato hasta 2024 y tendrá que irse cedido de nuevo.
Osmajic firmó hasta 2024 y habrá que ver la decisión del club con este jugador, que en la Segunda de Turquía tampoco ha terminado de romper. La inversión fue mínima, pero hay que ver dónde militará. Lo mismo sucede con Martín Calderón, un jugador a contraestilo con Cervera y que peleará sus opciones en la pretemporada. Tiene contrato hasta 2024.
Nada menos que tres años le quedan pendientes a Álvaro Jiménez, un jugador pedido por Cervera y que ni en el Cádiz ni en el Ibiza ha estado especialmente afortunado.