Sevilla: Bono; Montiel, Badé, Nianzou, Rekik; Fernando, Gudelj/Jordán, Rakitic; Navas, Lamela y Rafa Mir.
Cádiz: Conan; Iza, Luis Hernández, Momo, Espino, Diarra, Alcaraz, Sobrino, Ocampo, Álex y Lozano
Alejandro Hernández Hernández (Comité Las Palmas).
Ramón Sánchez-Pizjuán
El Cádiz CF rinde visita al Ramón Sánchez-Pizjuán para medirse a un Sevilla FC que atraviesa uno de los peores momentos de los últimos años. Un encuentro tras el que uno de los dos, posiblemente, abandone los puestos de descenso. Todo ello envuelto por dos sensaciones muy diferentes. Mientras que los hispalenses viven una pesadilla, los amarillos marchan firmes por su objetivo y acumulan varias citas a muy buen nivel.
El de 'final' es un calificativo muy manido en el fútbol, pero en este caso, y a pesar de que aún no ha concluido la primera vuelta de LaLiga Santander, parece que cuadra en este choque de rivalidad regional en el Ramón Sánchez-Pizjuán entre dos adversarios directos por la permanencia.
El del Cádiz es un partido trascendente para su pugna por la salvación tras una semana marcada más por la indignación del cadismo, después de los hechos acaecidos el lunes con el VAR en el encuentro ante el Elche, que por hablar de este vital partido en sí.
Sergio González, entrenador del Cádiz, ha intentado abstraer a sus futbolistas del entorno, que durante la semana ha mostrado su enfado a través del presidente, Manuel Vizcaíno, en primer lugar; y después de parte de los aficionados.
Para la visita al Sánchez-Pizjuán, el Cádiz tiene varias bajas, sobre todo en la parcela defensiva, como Joseba Zaldúa, Víctor Chust, Juan Cala y también Fali Giménez, quien finalmente no está en la convocatoria tras la lesión sufrida ante el Elche, aparte del habitual portero suplente David Gil.
Además, perdió hace dos semanas al centrocampista de contención José Mari Martín-Bejarano, con una lesión de larga duración, y para esta jornada causa baja por sanción el mediocentro Fede San Emeterio, habitual titular como pivote.
El Sevilla, tras conocer que su rival en Copa será Osasuna en El Sadar después de superar en octavos al Alavés, está en sus horas más bajas del presente siglo y no le queda otra que dar un paso adelante para manejar la presión y la ansiedad con una victoria que sería valiosa.
El equipo entrenado por Jorge Sampaoli, con su afición decepcionada y preocupada e inmerso además en la inestabilidad que conlleva la guerra por el poder entre el grupo del presidente y de su antecesor solo ha ganado una vez en casa en Liga esta temporada.
Sampaoli ha tenido sólo dos refuerzos en este mercado: el central galo Löic Badé y el extremo argentino Lucas Ocampos, repescado tras romperse su cesión al Ajax neerlandés y que está en la convocatoria, aunque le falta ritmo.
Tiene una baja de peso por la sanción de su compatriota Marcos Acuña en el lateral zurdo, con lo que podría pasar a una defensa de cuatro con el también argentino Montiel, el serbio Gudelj, Badé y el neerlandés Rekik en la izquierda, y adelantar quizás a Jesús Navas como extremo junto al brasileño Fernando, Jordán y el croata Rakitic en el medio. Arriba jugarían otro argentino, Erik Lamela, y el marroquí En-Nesyri, sin descartar otras variantes como Rafa Mir u Óliver Torres.
Siguen lesionados los defensas brasileños Marcao Teixeira y Alex Telles, el extremo mexicano Tecatito Corona, el centrocampista danés Thomas Delaney, a pesar de trabajar ya con el grupo, y el mediapunta argentino Papu Gómez.