Suicidio en Almería tras sobrevivir al árbitro
Alineaciones
Almería: Fernando; Pozo, Ely, Babic, Centelles; Eguaras, De la Hoz; Baptistao, Robertone, Embarba y Luis Suárez.
Cádiz: David Gil; Raúl Parra, Luis Hernández, Meré, Espino; Bongonda, Escalante, Fede, Rubén Sobrino; Roger y Guardiola.
Un penalti absurdo de Momo en la prolongación ha impedido que el Cádiz CF se lleve los tres puntos de Almería. Gran partido de los amarillos después de una semana muy complicada en el campo de un rival directo que no puede tener el premio de la victoria.
A pesar de las bajas, el Cádiz saltó al campo con mucha personalidad y con una clara vocación ofensiva. El equipo estaba muy bien plantado en el campo y parecía tener las cosas más claras que los locales. Ya en los primeros compases el árbitro perdonaba dos tarjetas a los almerienses y miraba para otro lado en una mano en el área de Fernando. Una de esas manos que no deberían ser penalti, pero que pueden serlo si el jugador luce el escudo cadista.
El Cádiz se podría haber puesto por delante si el VAR no hubiera salido para anular el penalti pitado por el pésimo Del Cerro Grande al filo de la media hora de partido. Hubo una doble falta sobre Bongonda, con empujón y zancadilla, y mira tú por donde se centraron en la que estaba levemente fuera del área.
Tampoco vieron penalti en un agarrón a Roger por parte de Centelles. Obviamente, Del Cerro se negó a planteárselo desde un primer momento. El Cádiz había hecho una buena primera parte en la que no le dejaron marcar y que casi pierde. Menos mal que David Gil hizo dos grandes intervenciones antes del descanso.
Había hecho muchos méritos el conjunto gaditano en el primer periodo y la justicia apareció en el minuto 49, cuando Roger adelantó a los suyos en un saque de banda de Luis Hernández. Los gaditanos habían sobrevivido a un arbitraje surrealista y el partido se les ponía de cara.
Fue un ejercicio de supervivencia hasta el final. Las lesiones de Escalante, Meré y San Emeterio llevaron al equipo al límite y en los últimos minutos se veía muy cansado al equipo. Ir ganando daba alas, pero otra vez estaba abocado al sufrimiento.
Estaba más cerca el 0-2 con una gran ocasión de Bongonda en la prolongación, pero lo que llegó fue el empate en un penalti innecesario de Momo. Mazazo brutal para un equipo que merece mucho más.