Carmelo Navarro es uno de los muchos deportistas que tras colgar las botas han decidido dedicarse a la política. Su carrera en esta nueva profesión comienza en una de las épocas más negras de la historia española. Ser político en los años más sangrientos de ETA no era fácil y Carmelo lo relata en el un reportaje para El Desmarque.
El exjugador del Cádiz relata cómo vivió la época en donde la mayoría de los políticos y empresarios cada vez que utilizaba su coche lo revisaba para ver si tenía algún explosivo en él. Hay que recordar que ese era uno de los métodos más utilizados por la banda terrorista. Carmelo desvela las instrucciones que le daban en su día a día para que vigilaran que no estaban siendo atacados.
Carmelo Navarro no vivió los llamados “años de plomo” que fue desde 1978 hasta primeros de los 80, pero la década de los 90 también fue de las más sanguinarias. El Ministerio de Interior cifra en 853 las víctimas asesinadas por la banda terrorista en sus años de actividad.
Hay que recordar que los objetivos de ETA eran, sobre todo, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado (también políticos o empresarios). Pero es a partir de los años 90 cuando civiles (políticos, empresarios, periodistas, funcionarios, jueces…) empezaron a ser un objetivo todavía más prioritario para la banda asesina.
El exfutbolista del Cádiz relata en El Desmarque cómo empieza su andadura en política. Comenzó antes de retirarse definitivamente del fútbol a ayudar a su padre en la empresa y es ahí donde se da cuenta que puede ayudar a la gente.
Tras esos primeros años en política vuelve de nuevo a dedicarse a sus negocios, pero de nuevo hace cuatro años, Germán Beardo, el actual alcalde de El Puerto de Santa María, le contacta y le recupera. Carmelo Navarro ha comentado que irá como número ocho en las listas del Partido Popular.