Lorenzo Buenaventura ha tenido a sus órdenes a Messi, Iniesta, Xavi, Lewandowski, De Bruyne o Haaland, entre otros muchos cracks. Pero tiene muy claro que Mágico González está al mejor nivel de cualquiera de ellos. Coincidió con el salvadoreño en el Cádiz y admira el modo de vida por el que apostó.
"Yo lo comparo con los mejores por la calidad técnica y la visión de juego. Yo lo pongo con los mejores, los muy poquitos mejores. Sin decir nombres", dice entre risas.
"Todavía me preguntan por Mágico y el pobre está allí tranquilo en El Salvador. Si a día de hoy me vuelves a preguntar por Mágico y vamos por la calle y te preguntan por él es porque fue muy grande. Muchos padres le ponen vídeos a niños de 10 años. Fue muy grande dentro y fuera del campo", recuerda.
Un profesional ejemplar como Buenaventura entiende que Mágico tomara un camino fiel a su estilo de vida: "Él mismo decía que si hubiera sido de otro carácter y de otra manera de ser, habría sido un icono más mundial y habría tenido la saca más llena. Él pagó un tributo por ser cómo era, eligió esa vida, humilde y sencilla, en un equipo más pequeño y con la gente que le gustaba en la playa".