Tres derrotas consecutivas y dos puntos conseguidos de los últimos 18 disputados. La noche del 1 de septiembre todo era felicidad en el cadismo, después de haber vencido al Villarreal y con la sensación de que el club había hecho un mercado de fichajes muy importante para reforzar la plantilla con plenas garantías.
Desde entonces sólo ha sido capaz de empatar contra el Betis y el Rayo Vallecano. Ha perdido contra Athletic, Atlético, Girona y Valencia. Una racha en la que ha mostrado mala imagen en Bilbao y en Valencia junto con otras actuaciones más convincentes.
¿Por qué el Cádiz de ahora no gana? Hay varios factores que están evidenciándose en cada jornada y que, unidos, están alejando la imagen convincente de los primeros partidos del campeonato.
Menos capacidad ofensiva
Al Cádiz le está costando mucho generar juego ofensivo en las últimas jornadas. Obviamente, no es fácil hacerlo con un jugador menos durante muchos minutos, pero no es el equipo fresco de las primeras jornadas. Apuesta demasiado por los balones en largo buscando la segunda jugada con Chris Ramos y Maxi Gómez. Y cuando crea ocasiones, como en el tramo final del partido en Valencia, no tiene puntería para hacer goles.
Las expulsiones
Jugar muchos minutos en inferioridad numérica está siendo un lastre muy pesado. Por más que las jugadas sean discutibles si se comparan con el criterio arbitral en otros partidos, son acciones que se deben evitar. Los jugadores, lamentablemente, deben tener claro que vistiendo la camiseta del Cádiz no se pueden permitir determinadas entradas, sea el minuto que sea.
Las lesiones
Aunque en la presente campaña haya una amplitud de plantilla que no había en otras temporadas, hay ciertas ausencias que se notan en el equipo. Aunque sea un jugador de perfil bajo, pero la falta de San Emeterio se nota en el centro del campo. También sucede con Luis Hernández, que aparte de darle seguridad al equipo en defensa, le da un arma importante en los saques de banda.
El rendimiento esperado
Con el paso de los partidos se está notando que hay varios jugadores que no están dando el paso adelante que se esperaba. El caso más evidente es el de Gonzalo Escalante, por el que ha apostado el club muy fuerte y al que necesita el equipo en su mejor versión. Otros, como Machis o Maxi Gómez, deben marcar diferencias en el plano ofensivo, aunque para lograrlo necesitan que el equipo sea menos previsible en sus ataques.