La eliminación del Cádiz la pasada campaña ante el Real Unión de Irún hizo mucho daño. El equipo se había recuperado de un inicio de temporada nefasto y se fue al parón del Mundial con el pésimo sabor de boca. Ahora juega contra un rival al que debe eliminar, pero lo hace con la lección aprendida.
"El objetivo es quedar mejor que el año pasado. Tenía la frase preparada, con un poco de guasa gaditana. El año pasado nos dieron un golpe fuerte. Vamos con las ideas frescas y tenemos que ir con la confianza, desde el respeto al rival, de pasar la eliminatoria. La Copa es una competición que me encanta. Nuestra idea es llegar lo más lejos posible. La Copa nos hace especial ilusión, es un formato que nos atrapa", ha dicho.
Asegura el técnico que prepara el partido "como si fuera un partido de Primera" y espera un rival complicado: "Dentro de su categoría es fuerte, es un equipo que intenta jugar al fútbol con jugadores muy rápidos arriba. Le gusta tratar bien la pelota. Tenemos que ir con las ganas de ganar".
No será agradable jugar en césped artificial, pero lo usará como excusa en ningún caso: "Tenemos que respetar las condiciones de la Copa. Durante la semana nos hemos acercado a la realidad que nos encontraremos mañana".